LA VOZ COMO INSTRUMENTO
Dra. Montserrat Bonet
Desde antiguo y hasta fin del siglo XV, la voz
fue el instrumento predominante
en la música. Grupos de cantores animaban y
solemnizaban las ceremonias tanto
religiosas como profanas. Quien tenía dotes para
solista era querido y admirado.
Desde la óptica del profano o del cantor de coro
que intenta gustar del canto, admira al cantante solista como un ser
sobrehumano. Tiene virtudes prodigiosas, parece que la voz se dobla al cantar
agudo, vocaliza de forma ágil, con su voz maravilla al público y se arriesga
con lo más difícil, como un deportista de élite. Pero justamente quien hace malabarismos
se puede romper la crisma con mayor facilidad que el resto de mortales.
La voz del cantante puede admirarse como un
prodigio del arte, sorprende su
belleza y estética, o puede mirarse desde el
punto de vista biológico, como órgano de la fonación y como tal, útil en
ciertas funciones diarias en la vida de relación y comunicación de las personas
y hasta puede enfermar como cualquier zona del cuerpo humano. Las inflamaciones
o laringitis, las infecciones víricas o bacterianas, junto con enfermedades
musculares, neurológicas y tumorales forman el panorama patológico de la
laringe. Como instrumento musical, la voz puede sufrir varios desperfectos en
relación al exceso de uso, a traumatismos o a variaciones de la fuente principal
de energía sonora: el aire.
La voz es un instrumento vivo y frágil, en
constante variación, sujeto no sólo a
cambios de temperatura y humedad, sino también a
influencias hormonales. También es bien conocida su relación con el estado de
ánimo: la voz cambia cuando te sientes triste y deprimido, enfadado, y varía al
sentirte alegre y animado. Además la voz está sometida a las inclemencias de la
contaminación ambiental, tanto sonora como aérea, al consumo de irritantes como
el tabaco o el alcohol. Los cantantes, como profesionales de la voz están
sometidos a estas influencias de forma repetida.
No debemos olvidar que el cantante es
simultáneamente instrumento e
instrumentista. El Dr. Jordi Perelló, médico
foniatra, especialista otorrinolaringólogo, logopeda y maestro, en su libro Canto
y dicción (Barcelona, 1982) introdujo el término odeología que
define como el estudio del canto desde el punto de vista científico. El canto dice Perelló, es una actividad
artística que requiere el uso de buena parte del
cuerpo
humano y esta subordinación paga tributo a las leyes físicas y fisiológicas.
El conocimiento de estas leyes nos ayuda a
comprender mejor como el cantante
consigue estos malabarismos que tanto nos
sorprenden.
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